La empatía por los demás y las tecnologías ayudan a salvar vidas en el tráfico

• Los sistemas de asistencia al conductor ayudan a que la movilidad sea más segura y cómoda
• El radar, la cámara y los sensores ayudan a los conductores en momentos adversos

Buenos Aires, Argentina – Bosch apoya la Acción de Seguridad Vial de las Naciones Unidas (ONU), e invierte constantemente en el desarrollo de sistemas de seguridad y asistencia al conductor, cuyo objetivo es contribuir a una movilidad más segura, cómoda y libre de accidentes.

Teniendo en cuenta que estudios demuestran que más del 80% de los accidentes de tránsito se deben a algún tipo de error humano, garantizar la seguridad vial depende de la acción de todos. “Ante esto, las tecnologías de asistencia al conductor forman una base importante en términos de prevención o mitigación de un accidente, ya que actúan como un 'ángel de la guarda' para los conductores en situaciones adversas en el tráfico de ciudades y carreteras”, afirma Fernando Díaz, Executive Manager Bosch Mobility Solutions Argentina.

Según una encuesta realizada por Bosch con conductores de vehículos, la seguridad es un elemento clave en la evaluación del 93% de los encuestados. Además, el 69% de los conductores ya ha vivido situaciones críticas con la aparición repentina de ciclistas y/o peatones en el camino, mientras que el 52% mencionó haber estado involucrado en colisiones traseras. Por lo tanto, el grado adicional de seguridad que ofrecen los sistemas de asistencia al conductor es una razón más de su creciente popularidad en el mercado automotriz y una herramienta importante para un tráfico más seguro.

“Todas las nuevas tecnologías en materia de seguridad vehicular han reducido considerablemente los índices de siniestralidad y generando un importante beneficio para la sociedad.” comenta Fernando Díaz, y agrega: “Por esto, así como oportunamente fueron incorporados nuevos sistemas como el air bag, el ABS y el ESP dentro del estándar de la industria, es oportuno considerar estas nuevas tecnologías disponibles para dentro de nuevos marcos regulatorios de seguridad de nuestro país”.

Frente a las estadísticas de accidentes en todo el mundo, las diversas tecnologías y soluciones de asistencia, que no siempre son visibles para los conductores, marcan la diferencia. Compuesto principalmente por sensores ultrasónicos, cámaras y radares, las tecnologías son modulares, funcionando de forma independiente o integrada según las funciones disponibles en cada vehículo. La modularidad permite priorizar la seguridad del vehículo y también ofrecer comodidad con la adición de más componentes.

“Los sistemas de asistencia al conductor están evolucionando muy rápidamente y su disponibilidad en vehículos nacionales ya es una realidad, que se puede encontrar en casi todos los segmentos. Mucha gente se sorprende al descubrir que ya no son exclusivos del segmento de la línea premium y están disponibles también en modelos compactos”, asegura Fernando Díaz.

Vehículos equipados con radar para operar el sistema de Frenado Automático de Emergencia (AEB), tecnología que previene colisiones traseras o mitiga considerablemente el impacto de estos accidentes, y el (Control Adaptativo de Crucero ACC), encargado de mantener la velocidad y la distancia correcta con el vehículo de adelante. Según el flujo del tránsito, manteniendo la distancia por medio de la emisión y recepción de ondas de radio. El sistema funciona con alta eficiencia incluso en condiciones climáticas y de iluminación adversas, como niebla y de noche, garantizando la seguridad del conductor y los pasajeros. Otra ventaja del radar es que es el sensor más accesible económicamente para este tipo de funciones en la actualidad.

Otra tecnología que ayuda a evitar accidentes son los asistentes de aviso de salida de carril (LDW) y los asistentes de permanencia de carril (LKA), que trabajan mediante cámaras. Según la encuesta de Bosch, el 68% de las personas entrevistadas informaron haber sufrido accidentes durante situaciones de cambio de carril, el 16% por un vehículo en ángulo muerto y el 26% por un cambio accidental de carril. En el último caso, el 90% de estos sucesos podrían evitarse si todos los automóviles estuvieran equipados con asistentes de advertencia y permanencia en el carril.

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